La banda de Chicago  en la que toca el bajo Nck Olveri (QOTSA, Mondo Generator,  etc) vino por primera vez a Argentina y se presentó el miércoles pasado en The Roxy Live.

Sin duda uno de los mayores atractivos de The Dwarves era la presencia de uno de los bajistas que toco en discos como: Rated R, Songs For The Deaf, que estuvo al principio de Kyuss, que participó con Brant Bjork, Motörhead, Winnebago Deal, Masters of Reality, Eagles of Death Metal, Mark Lanegan, Desert Sessions (proyecto creado por Homme). En conclusión si te va el stoner escuchaste hablar de él y sentís cierta curiosidad por verlo de cerca.

Sabemos que las cosas para Oliveri no terminaron bien con el proyecto más masivo en el que estuvo involucrado. Josh Homme dijo que lo hechó porque golpeaba a su novia y sus arranques de agresividad no tenían nada que ver con la música.  Sin duda es un tipo peculiar, en algún show de QOTSA empezó a los botellazos en Barcelona cuando vio que su público estaba apagado y fue arrestado en Brasil por tocar desnudo. Pero todo esto es cotilleo.

En la previa mientras tocaba  50/50, Marlon Bardo se lo pudo ver a Oliveri merodeando con cara  seria, un tanto inmutable, algún fan se quedó con el saludo en la boca. Pero con los Cobra Sarli la cosa cambió un poco,  el bajista término en los hombros del cantante Lucas Kapovic cantando a los gritos Back to Dungaree High de Turbonegro (banda en la que toco Oliveri alguna vez) Definitivamente  el show de los Cobra terminó en fiesta con una imagen inolvidable.

A las 22:30 se abrió  el telón, pero no estaban los Dwarves , sino una performer junto a Marcelo Pocavida en un show en plan sátira del feminismo que duro unos minutos, para luego darle lugar finalmente a la banda.  Al palo, fibra punk, vieja escuela, mezclado con lo más furioso del rock. El cantante Blag Dahlia no era lo que uno se podía imaginar, los años nos pasan a todos, sin embargo le puso la energía suficiente, mientras que  el atractivo no dejaba de ser Oliveri, sus coros histéricos que acarician la rabia se escucharon a la perfección. El resto de la banda no se caracterizó por generar feed back y a Dahlia le costaba cada vez un poco más y desafió al público en más de una oportunidad. Tocaron 45 minutos, quizás un poquito más, pero cuando menos lo esperábamos el show había terminado.

Lo importante es rescatar la apuesta, apreciarla. Los que estuvieron ahí aprovecharon la oportunidad de ver una banda que tiene muchos años, que quizás no se vuelva a ver por estos lados.  Por suerte siempre hay gente que toma la posta y nos brinda la posibilidad. Seguramente la banda esa noche se llevó algunos nuevos fans.

dwarves argentina

Fotos: Mariano Rodriguez Alvarez | Ver Fotos