La banda liderada por el Chino Moreno, se presentó el pasado viernes en el Estadio Luna Park junto a Quicksand. Setlist contundente y un puñado de emociones para los fans. La banda californiana cumplió y le sobró.

Creo que hay que entender lo que es Deftones para los treintañeros para entender lo que sucedió en el Luna Park. Si hubiese que comparar, ellos son lo que para algunos cuarentones es Pearl Jam. ¿A dónde apunto? A que es una banda que si bien marcó la adolescencia para la mayoría de los que estábamos ahí, no se quedó estancada en los “laureles de una etapa”.

White Pony (tercer disco de la banda) salió en el año 2000. Año de quiebre, y época incierta. ¿Qué edad teníamos? ¿14, 15? Este disco era el grito desesperado, la atención, el morbo, el sexo, el porro. Pero Deftones creció con nosotros, por eso vi gente llorando con Change (In the House of Flies); abrazos y besos en Rosemary; y entregarse en un pogo como hacía años que no hacían en Rocket Skates; y armarse unas burbujas hermosas y emotivas incentivadas por el Chino.
Deftones hizo su metamorfosis y cada paso fue hacia adelante, por eso ahí estaban su fans, los mismos que pudieron disfrutar Around the Fur en el 97, son los que también disfrutan Gore en el 2018. Y Deftones creció. Sacó discos como Diamond Eyes y Koi No Yokan, y tuvo que superar la muerte de Chi Cheng, invocado por el público sobre el final del show.

deftones argentina 2018Si hay que hablar de tecnicismos, hay que decirlo: Al principio sonó mal. No hay que ser un letrado en audio para darse cuenta que les costó mucho acomodarse, en el campo al medio sonaba como una “bola” y la voz del Chino era difícil de percibir. Luego se fue acomodando, pero en general no es una banda que llegue a sonar ni siquiera nueve puntos en sus shows. Creo que ellos apuntan a que la gente tenga una percepción del sonido como envolvente, que luego les juega en contra. Pero todo esto ¿qué importa? Lo que paso fue otra cosa, nadie salió pensando en esos detalles.

Chino es pura energía. No es el cantante que supo ser, pero no hace falta porque tiene momentos mágicos desde el carisma. El hecho de que se pare constantemente en la plataforma de los retornos, arengue constantemente, se tome una cerveza, hable con el público, trate de acercarse y baile como cuando tenía 20, hace que cualquier deficiencia se pase por alto. Cuando mejor canta, es cuando se cuelga la viola, será porque está tranquilo y le sobra un poco de aire.

El set list fue contundente, hubo clásicos e inesperados. Nosebleed y 7 Words de Adrenaline, su primer disco del 95´, para el cierre bien arriba. Y Rosemary, What Happened To You? Kimdracula, Hole In The Earth, que representan el costado más climático de la banda.

Después de la locura de 7 Words y mientras sonaba The Highest Journey, se hacía evidente que ya no regresarían. Por lo menos por esta vez, que ya sabemos que no será la última. Al finalizar la gira se meterán a grabar su noveno disco… Así que hay Deftones para rato.

deftones en argentinaFotos: Mariano Rodriguez Alvarez